Muchas sustancias nocivas del humo del tabaco están concentradas en la fase gaseosa del tabaco. Una de ellas es el monóxido de carbono (CO) constituye del 3 al 6% del humo inhalado. Es un gas que debido a su afinidad con la hemoglobina de la sangre – que transporta el oxigeno a las células – desplaza al oxigeno y disminuye así la oxigenación celular.

Esto puede afectar seriamente al sistema nervioso, el vascular, y al corazón.

Otros compuestos de esta fase gaseosa del tabaco son: el dióxido de carbono, el amoniaco, el benceno, el benzopireno, la anilina , la acroleína y muchos más que son parcialmente responsables de la constricción bronquial, tos ,disminución de la capacidad que tienen los pulmones de filtrar y limpiar el aire inhalado y otras alteraciones del aparato respiratorio.

A continuación una tabla con los componentes tóxicos más importantes de la fase gaseosa del tabaco.